Cuando el daño que ha sufrido el diente es irrecuperable, y como última opción, se lleva a cabo su extracción: intervención indolora y con las mínimas molestias posteriores.
Algunos dientes aparecen en una posición anómala, el caso más corriente son las muelas del juicio o cordales, cuya extracción se hace necesaria cada vez con mayor frecuencia.
Si fuera necesario, mediante el sistema de sedación controlada por nuestra anestesista, se llevarian a cabo este tipo de intervenciones con el mínimo riesgo y sin ningún dolor.